Desde el pleno del Parlamento de Navarra se ha tomado una decisión trascendental este jueves, al aprobar una moción presentada por el PSN que condena cualquier manifestación de odio por parte de representantes públicos hacia cualquier grupo social. Esta resolución destaca la importancia de los líderes políticos en promover la convivencia, el respeto y en combatir la incitación al odio y la intolerancia, evitando generar declaraciones que fomenten tales actitudes.

La aprobación de la moción recibió el apoyo de los partidos PSN, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, mientras que UPN, PPN y Vox se manifestaron en contra. En el documento se refuerza el compromiso del Parlamento con la promoción de la convivencia pacífica, el respeto a la diversidad y la defensa de los derechos humanos, en especial la libertad ideológica, religiosa y de culto protegida por la Constitución española.

Hubo una enmienda presentada por UPN que se rechazó, la cual buscaba condenar actos de odio, como atentados terroristas o agresiones físicas, y mostrar un compromiso con una democracia pluralista. No obstante, la moción se centraba en la importancia de generar un debate político de calidad y reflexionar sobre los perjuicios del discurso del odio en la sociedad y la democracia.

Los representantes de los distintos partidos expresaron sus puntos de vista en relación a la moción. Mientras que desde el PSN se destacó la necesidad de frenar discursos extremistas que generen división, desde UPN se hizo hincapié en la coherencia entre las palabras y los actos. EH Bildu subrayó que el discurso del odio es un problema social en aumento que atenta contra la democracia, en tanto que Geroa Bai abogó por un debate político constructivo y respetuoso.

Por otro lado, desde el PPN se cuestionó la motivación detrás de la moción, acusando al PSN de buscar rédito electoral. Además, desde Contigo-Zurekin se mencionó el miedo a la ultraderecha y a otros problemas sociales, pero se resaltó la diferencia entre la ira y el odio. Por último, desde Vox se respondió a los socialistas acusándolos de insultos y calumnias, y denunciando intentos de silenciar a la oposición.