PAMPLONA, 13 de noviembre. Recientemente, el empresariado navarro ha expresado su profundo descontento respecto al borrador de la ley foral de Industria y Fomento Empresarial, presentado por el Gobierno foral. Palabras como decepción, falta de concreción, una tendencia hacia la intención sin acción concreta, han resonado con fuerza entre las voces de organizaciones clave como la Confederación Empresarial Navarra (CEN), la Asociación de la Industria Navarra (AIN), la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Navarra, la Asociación para el desarrollo de la Empresa Familiar de Navarra (Adefan), Institución Futuro y el Clúster de la Industrialización de la Construcción. Estas entidades dieron a conocer su análisis y aportaciones al documento en una reciente rueda de prensa, cuyo plazo de entrega finalizó el 7 de noviembre.
Entre los participantes de esta presentación, se encontraban figuras destacadas como Helmut Döllerer, vicepresidente de la CEN; Iñaki Ecay, presidente de Adefan; Fernando San Miguel, responsable de Estudios de Cámara Navarra; José Ramón Lacosta, presidente de Institución Futuro; Iñigo Eugui, presidente del Cluster iCONS; y Carlos Fernández Valdivielso, secretario general de la CEN.
Durante la pasada semana, estas entidades unieron esfuerzos para presentar al Gobierno de Navarra documentos que contenían alegaciones con el fin de “colaborar activamente en la mejora del texto y en el diseño de una ley que realmente atienda las necesidades del sector industrial navarro”. Esta intención se alza como un llamado a la acción, buscando que el borrador actual se convierta en una herramienta eficaz para el desarrollo económico.
Sin embargo, los puntos críticos señalados por las organizaciones ponen de manifiesto preocupaciones claras: el borrador está carente de concreción y compromiso, omite una visión estratégica que reconozca las verdaderas necesidades del tejido empresarial en Navarra, tales como la infraestructura esencial, la fiscalidad, y el arraigo empresarial y territorial, así como la importancia del diálogo social. “Todo esto resulta decepcionante, especialmente en contraste con las altas expectativas generadas y el esfuerzo conjunto de tantas organizaciones a lo largo del proceso”, afirmaron.
Las entidades también criticaron la falta de ambición del texto, el cual está repleto de declaraciones de intenciones sin especificaciones claras en cuanto a plazos, compromisos o presupuestos necesarios para llevar a cabo las acciones propuestas. Por esta razón, insisten en la urgencia de crear una legislación que sea clara, concreta y comprometida, destinada a impulsar la competitividad y el desarrollo económico en la comunidad.
En cuanto a la simplificación administrativa, se valoró positivamente su inclusión en la ley. Sin embargo, las organizaciones manifestaron su rechazo a la propuesta de crear nuevos órganos de gobernanza, tales como consejos y comités, argumentando que esto resultaría innecesario y contraproducente. Consideran que estas iniciativas no hacen más que duplicar estructuras, dispersar información y complicar el seguimiento de políticas públicas. Por lo tanto, abogan por un reforzamiento del Consejo de Diálogo Social establecido.
Otro punto de gran preocupación fue la ausencia en el texto de referencias a las organizaciones empresariales y sindicales en relación con la regulación de las condiciones laborales, a pesar de que son las encargadas de negociar convenios colectivos, un elemento vital para garantizar empleo de calidad. Asimismo, enfatizan la falta de medidas específicas para asegurar la continuidad y el desarrollo de empresas familiares, cuyo impacto en el empleo y el arraigo local en Navarra es indiscutible y crucial para el futuro y la estabilidad económica de la región.
Por último, los representantes lamentaron la descompensación en el desarrollo de los distintos capítulos de la ley. Mientras que aspectos tan significativos como la competitividad y las infraestructuras son apenas tratados, otros temas como la economía circular reciben un despliegue mucho más exhaustivo. Con base en esto, las organizaciones propusieron que la ley se concentre en los asuntos vitales para fomentar el emprendimiento e incluso sugirieron la posibilidad de legislar de forma independiente para ciertos capítulos, como la gestión de áreas industriales, lo que permitiría contar con una normativa más ágil y efectiva.
En conclusión, las organizaciones manifestaron su “total disposición” para colaborar en la mejora del texto y contribuir al diseño de una ley que cumpla verdaderamente con las demandas del sector industrial en Navarra.
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