La Cámara de Comptos ha llegado a la conclusión de que es necesario que Erripagaña pase a formar parte de Pamplona o de Burlada, o incluso de ambos municipios, dividiendo las responsabilidades de acuerdo a las zonas correspondientes. Es urgente gestionar de manera conjunta los servicios de seguridad, limpieza y mantenimiento de zonas verdes, como se acordó en mayo de este año.
Este informe fue solicitado por la Asociación de Vecinos de Erripagaña a través de Geroa Bai.
La recomendación principal de Comptos es mejorar la accesibilidad de los habitantes de Erripagaña al Colegio Público de Mendillorri y tomar decisiones estratégicas sobre la ubicación de infraestructuras para optimizar la inversión de recursos.
El gobierno de Navarra debe liderar y coordinar el desarrollo urbanístico de los Planes Sectoriales de Incidencia Supramunicipal (PSIS) de manera eficiente, asegurando la ejecución de las dotaciones previstas y considerando los problemas que puedan surgir en zonas pertenecientes a varios municipios.
Erripagaña, con una extensión de 800.000 metros cuadrados en la Comarca de Pamplona, pertenece a cuatro municipios: Burlada, Pamplona, Valle de Egüés y Huarte. Este territorio estaba destinado en su mayoría a uso residencial, con un aumento progresivo en las últimas décadas.
El informe destaca las deficiencias en las dotaciones contempladas en los PSIS y menciona la falta de cohesión urbana interna en Erripagaña. Además, resalta que las dotaciones sanitarias y educativas son responsabilidad del Gobierno de Navarra.
Se proyecta la construcción de un centro de salud y una escuela infantil, así como otros servicios educativos en el futuro cercano.
La fragmentación administrativa de Erripagaña genera desigualdades en la ciudadanía en relación con los impuestos y el acceso a servicios públicos. La zona también presenta dificultades de conexión y accesibilidad debido a su localización y al intenso tráfico.
Es por ello que la Cámara de Comptos considera que lo más lógico es que Erripagaña pertenezca a un solo municipio, ya sea Pamplona o Burlada, o en su defecto a ambos. Esto permitiría una gestión más eficiente de los recursos.
El informe analiza las implicaciones económicas de cada alternativa, mostrando las posibles variaciones en los ingresos anuales de los municipios afectados.
En resumen, la reorganización de Erripagaña es necesaria para garantizar un desarrollo urbano adecuado y equilibrado, así como para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Las decisiones que se tomen ahora tendrán un impacto significativo en el futuro de la región.
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