La Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra (AFFNA-36) ha organizado un acto en homenaje a los más de 3.500 navarros asesinados tras el golpe de Estado de 1936, así como los 309 ciudadanos de Pamplona. El acto se celebró en la Vuelta del Castillo de Pamplona y contó con la presencia de cientos de personas, entre ellas la consejera de Relaciones Ciudadanas del Gobierno de Navarra, Ana Ollo; el director general de Paz y Convivencia, Martín Zabalza; el presidente del Parlamento foral, Unai Hualde; candidatos a la Alcaldía de Pamplona Koldo Martínez y Txema Mauleón; el coordinador de Izquierda Unida de Navarra, Carlos Guzmán, así como parlamentarios de Navarra Suma, PSN y EH Bildu.
El acto incluyó una intervención musical del grupo 'Berrintxe' y una ofrenda floral por parte de los asistentes. En su intervención, la presidenta de AFFNA-36, Amaia Lerga, destacó la importancia de incluir "cuestiones de memoria pendientes" en los programas electorales, como el futuro del Monumento de los Caídos, y que se representen los valores republicanos y se blinden los derechos de las mujeres, del colectivo LGTBIQ+, de los y las trabajadoras y de las personas migrantes y refugiadas.
Lerga recordó la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931, que trajo consigo "pasos hacia la igualdad de género", como la Ley del Divorcio, y una reforma agraria que buscaba terminar con el paro y la pobreza del campesinado. Sin embargo, el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 "se convirtió en una persecución ideológica, cultural, en un genocidio" y dio paso "a la larga dictadura de Franco". En Navarra "no hubo frente de guerra pero sí fuimos una de las comunidades con mayor ratio de asesinatos y represión", ha señalado.
La memoria histórica es "intrínsecamente antifascista y nos relega directamente en la defensa de los derechos humanos frente a los discursos de odio, oponiéndonos a todos los discursos excluyentes todavía presentes en esta sociedad, porque sabemos el peligro que representan". Ha defendido que "el futuro está abierto" y ha añadido que "no estamos aquí mirando con nostalgia al pasado sino a un futuro con opciones de ser mejor para todos y todas".
El acto también contó con el testimonio familiar de Jaime Esparza, quien relató la represión que vivió su familia, miembros de CNT, UGT o el sindicato agrario, y entre ellos sus tíos Luis y Victorio, asesinados el 18 de julio de 1936 en Berriozar.