La temporalidad laboral ha aumentado en la Administración Foral de Navarra, alcanzando el 51% a finales de 2022. Este incremento se debe, en parte, a las contrataciones temporales realizadas durante la pandemia de la Covid-19.

Según un informe de la Cámara de Comptos, los indicadores económico-financieros de la Administración Foral han experimentado una mejora significativa en 2022. Destacan un remanente de tesorería para gastos generales de 114 millones y un saldo de tesorería de 722 millones. En cuanto a la deuda, se mantiene en 2.868 millones, sin cambios respecto al año anterior.

En el informe se detalla que durante el año pasado, la Administración Foral gastó 5.600 millones e ingresó 5.900 millones. En 2022, se produjo un notable aumento tanto en gastos (11%) como en ingresos (17%).

La Cámara de Comptos señala que la modificación de la Ley del Convenio Económico entre Navarra y el Estado ha tenido efectos en las cuentas de 2022. La nueva metodología para calcular la aportación al Estado y los ajustes de determinados impuestos ha resultado en un incremento de 144 millones en los gastos y 282 millones en los ingresos.

El informe destaca que el capítulo de gasto más importante corresponde a las transferencias corrientes, con un total de 2.300 millones. El gasto en personal suma 1.600 millones y los bienes corrientes y servicios alcanzan los 827 millones.

Analizando el gasto por departamentos, se observa que el de Economía y Hacienda es el de mayor cuantía, con 1.538 millones. Dentro de ese gasto se incluye la aportación al Estado por el Convenio Económico, que el año pasado sumó 883 millones. El Departamento de Salud gastó 1.315 millones y Educación, 800. Por debajo de esas cifras se sitúan Cohesión Territorial (550 millones), Derechos Sociales (515 millones) y Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior (300 millones).

En cuanto a los ingresos, los impuestos directos suman 2.600 millones y los indirectos 2.300 millones. En el caso de los impuestos directos, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas aportó 2.100 millones, el Impuesto sobre Sociedades 379 millones y el de Sucesiones y Donaciones 68 millones. Por su parte, con el IVA se recaudaron 1.600 millones y los impuestos especiales (alcohol, hidrocarburos, tabaco) aportaron 549 millones.

Los impuestos principales experimentaron un importante crecimiento en comparación con el ejercicio anterior. El IRPF aumentó un 30%, el Impuesto de Sociedades un 15% y el IVA un 11%. Estos incrementos se deben, en parte, a la regularización en los ajustes fiscales por la nueva metodología tras la modificación del Convenio Económico con el Estado.

El informe también ofrece información sobre la ejecución de ingresos y gastos de los fondos Next Generation. Hasta el 31 de diciembre de 2022, la Administración Foral había ingresado 372 millones y había gastado 64 millones.

En cuanto a la situación del personal, a finales de 2022, la Administración Foral contaba con 32.000 profesionales, de los cuales el 51% eran contratados temporalmente. En los últimos cinco años, se ha observado un aumento en el índice de temporalidad, en parte debido a las contrataciones temporales motivadas por la pandemia de la Covid-19. No obstante, a partir de 2020 se aprecia una reducción en este porcentaje, que en 2020 llegó al 54%.

El informe destaca que en 2022 la Administración Foral aprobó tres ofertas de empleo con el objetivo de reducir la temporalidad en el sector público.

En cuanto a las sociedades públicas, la Administración Foral tiene una participación mayoritaria en el capital de 17 empresas. Durante 2022, se creó una nueva sociedad, el Instituto Navarro de Inversiones.

Las sociedades y fundaciones públicas son auditadas por firmas privadas bajo la supervisión de la Dirección General de Intervención. Todas presentan una opinión favorable en la auditoría financiera, aunque se han detectado algunos incumplimientos en el cumplimiento de la legalidad.

A finales de 2022, las sociedades públicas tenían un patrimonio neto de 667 millones y una deuda a largo plazo de 48 millones. El resultado consolidado del ejercicio fue de -19 millones. Además, cuentan con una plantilla de 1.495 profesionales.

El informe concluye que la situación económico-financiera de la Administración Foral ha ido recuperándose tras la pandemia y presenta una mejora significativa en los indicadores.