La Oficina de Mediación Hipotecaria de Pamplona, un servicio gratuito ofrecido por el Ayuntamiento de Pamplona en colaboración con el Colegio de Abogados de Pamplona, ha estado brindando asesoramiento y mediación entre propietarios de viviendas con problemas de pago y entidades bancarias desde septiembre de 2012. Desde entonces, ha atendido un total de 665 casos, de los cuales 65 aún están en proceso.
La oficina se enfrenta a una amplia variedad de casos, con diferentes grados de urgencia. Algunos propietarios solo necesitan asesoramiento para lidiar con el temor de no poder afrontar futuras cuotas hipotecarias o para entender mejor sus obligaciones con el banco. Sin embargo, también hay casos en los que se han acumulado impagos y el banco ha iniciado un procedimiento judicial de ejecución hipotecaria.
Uno de los escenarios más comunes en los que interviene la Oficina de Mediación Hipotecaria es cuando los propietarios dejan de pagar algunas cuotas hipotecarias. En estos casos, existe un riesgo real de perder la vivienda si los pagos pendientes se acumulan durante más de un año. En estas circunstancias, el banco tiene derecho a declarar el préstamo vencido y exigir la totalidad de la cantidad prestada, pudiendo incluso proceder a la ejecución de la vivienda en una subasta pública.
Desde su creación, la oficina ha resuelto alrededor de 600 casos, con 200 de ellos solucionados en una sola cita. Durante estas citas, los solicitantes recibieron asesoramiento legal relacionado con sus hipotecas y situaciones económicas. Los profesionales de la oficina proporcionan a los propietarios datos e información precisa, lo que les permite comunicarse directamente con los bancos y plantear sus inquietudes personalmente.
En los demás casos, se llevó a cabo una intermediación con la entidad bancaria con el objetivo de llegar a un acuerdo. En el 60% de las intervenciones, se logró un acuerdo satisfactorio para ambas partes, aunque en el resto fue imposible alcanzar un acuerdo extrajudicial.
El servicio de mediación se basa en dos principios fundamentales: la gratuidad y la voluntariedad de la negociación. Las partes no están obligadas a llegar a un acuerdo más allá de lo establecido por la ley. Sin embargo, aunque no se logre un acuerdo, la mediación proporciona al cliente información sobre su situación hipotecaria, sus derechos y obligaciones, y la posibilidad de reabrir el expediente si surgieran nuevas circunstancias.
Las soluciones propuestas por los mediadores varían según cada caso. En situaciones menos graves, se plantean modificaciones en plazos o la obtención de periodos de carencia. En casos más difíciles, se puede recurrir a la dación en pago, que implica entregar la vivienda y perdonar la deuda, a veces incluso con la posibilidad de un alquiler social. También existen medidas intermedias, como la reestructuración de la deuda, que a veces incluye una reducción del monto adeudado y una extensión del plazo. Todas estas medidas pueden ser implementadas incluso después de que se haya presentado una demanda judicial.
La mediación hipotecaria es esencialmente un diálogo entre el cliente y la entidad financiera, en el que ambas partes tienen el objetivo común de buscar soluciones alternativas a la ejecución hipotecaria. El Ayuntamiento destaca que las dificultades económicas y las fluctuaciones en los tipos de interés, especialmente la subida del Euribor por encima del 4%, están generando problemas en el pago de las cuotas hipotecarias. La mediación ha sido impulsada por la creación del Código de Buenas Prácticas y la Ley de crédito inmobiliario en 2019, así como por diferentes sentencias judiciales relacionadas con cláusulas abusivas, como las cláusulas suelo, el vencimiento anticipado, el IRPH y los intereses moratorios.
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