La propuesta de código de conducta es rechazada por la mayoría de partidos en el Parlamento de Navarra.
En Pamplona, el Parlamento de Navarra ha sido testigo de la oposición unánime de la mayoría de los grupos, incluidos los principales partidos, UPN y PSN, al borrador de código de conducta presentado por el presidente de la Cámara, Unai Hualde, el pasado viernes.
Después de la reunión de la Mesa y Junta de Portavoces, el portavoz de UPN, Javier Esparza, ha criticado duramente el borrador, acusando a Hualde de haberse excedido en sus funciones. Esparza ha señalado que tanto la presidenta de Navarra, María Chivite, como Hualde parecen estar compitiendo por liderar este tema, sin tener la legitimidad para hacerlo. Esparza ha expresado su preocupación por un posible intento de limitar la libertad de expresión de los parlamentarios a través de este código de conducta, rechazando completamente su aceptación en los términos actuales.
Por su parte, el portavoz del PSN, Alzórriz, ha manifestado que el borrador presentado no refleja la realidad sociopolítica de Navarra y parece estar más en línea con regulaciones de otros ámbitos, como la Unión Europea. Alzórriz ha subrayado la importancia de que cualquier código de conducta en el Parlamento de Navarra se ajuste a la realidad local y no a estándares ajenos.
La portavoz de EH Bildu, Laura Aznal, ha destacado la necesidad de diferenciar aspectos del reglamento que ya abordan cuestiones de respeto y decoro en los discursos de los parlamentarios de un nuevo código de conducta. Aznal ha sugerido que el borrador podría haber sido presentado previamente a las demás formaciones políticas para un consenso más amplio.
Por otro lado, el portavoz de Geroa Bai, Pablo Azcona, ha defendido la redacción del borrador por parte de los servicios jurídicos, argumentando que está en línea con propuestas de otros Parlamentos que ya cuentan con este tipo de regulación. Azcona ha recordado que el desarrollo de un código de conducta estaba contemplado en el reglamento anterior y es necesario llevarlo a cabo.
En contraste, la parlamentaria del PPN Irene Royo ha considerado completamente innecesaria la elaboración de un código de conducta y ha criticado lo que percibe como un intento de coartar la libertad de expresión y criminalizar a la oposición. Royo ha expresado su temor ante la posibilidad de que el código se convierta en una herramienta de censura selectiva hacia ciertos partidos.
Finalmente, la portavoz de Vox, Maite Nosti, ha denunciado que el código de conducta parece orientado a limitar la libertad de la oposición, especialmente de Vox. Nosti ha cuestionado la obligación de promover el uso de todas las lenguas propias de Navarra por parte de los parlamentarios, afirmando que esto podría interferir con la libertad individual de elección lingüística. Además, Nosti ha señalado la preocupación de que la aprobación del código esté condicionada por los grupos parlamentarios mayoritarios que respaldan al Gobierno, lo que podría generar un desequilibrio en su aplicación.
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