24h Navarra.

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María Chivite propone transformar el desafío migratorio en una oportunidad para el desarrollo de Navarra.

María Chivite propone transformar el desafío migratorio en una oportunidad para el desarrollo de Navarra.

En el marco del Día Internacional del Migrante, la activista Ola Arafat ha sido galardonada con el Premio Navarra de Colores, un reconocimiento que subraya su dedicación a la integración y a la defensa de los derechos humanos. El evento tuvo lugar en Pamplona, donde se destacó su papel fundamental en la comunidad como modelo de superación para muchas personas migrantes.

Ola Arafat, quien nació en Gaza hace 47 años, llegó a Navarra en 2002. Desde entonces, ha combinado su trayectoria profesional y personal con un compromiso firme hacia la promoción académica de mujeres migrantes y la lucha por la defensa de sus derechos. Su historia representa no solo el viaje de quien busca una nueva vida, sino también la capacidad de la sociedad navarra para integrar y enriquecer su tejido social con diversas culturas.

La entrega del premio se llevó a cabo en el majestuoso Salón del Trono del Palacio de Navarra, donde Arafat estuvo acompañada por familiares y amigos. Entre los asistentes se encontraban figuras destacadas como Begoña Alfaro, vicepresidenta tercera y consejera de Vivienda, Juventud y Políticas Migratorias de Navarra; Ainhoa Unzu, vicepresidenta primera del Parlamento; y Patxi Vera, Defensor del Pueblo, quienes compartieron sus elogios por la valiosa labor de Arafat.

En esta ocasión no solo se reconoció a Ola Arafat, sino que también se entregaron accésits a otros destacados defensores de los derechos de las personas migrantes. María Carolina Gonzalo, quien ha dedicado años a apoyar a mujeres migrantes desde el Centro Social María Inmaculada de Pamplona, y Djbril Dieye, activista comprometido en la lucha contra el racismo y la xenofobia a través de la Asociación Ad Jëf Gandiol, también fueron homenajeados. Además, se otorgó una mención especial al colegio público de Pitillas por su innovador proyecto educativo 'Menestra de Culturas'.

Durante su intervención, la presidenta del Gobierno foral, María Chivite, destacó la capacidad de Arafat para adaptarse a una cultura completamente distinta, enfrentándose a un idioma desconocido y comprendiendo nuevas costumbres. “Este esfuerzo es digno de admiración”, subrayó, al tiempo que hacía una reflexión sobre la riqueza que aporta la diversidad a la convivencia social en Navarra.

Chivite también tuvo un mensaje claro sobre los desafíos y oportunidades que presenta la diversidad: “La convivencia se torna más sencilla cuando nos rodeamos de quienes piensan como nosotros, pero esto limita la riqueza de nuestras relaciones. Es en la diversidad donde encontramos la necesidad de comprendernos y llegar a acuerdos”, opinó, invitando a todos a enfrentar los retos de la pluralidad con una mente abierta.

La presidenta continuó reflexionando sobre la realidad de los flujos migratorios, señalando que “la vida es cambio” y que estos movimientos son la respuesta a situaciones geopolíticas complejas. Afirmó que cuando algunos territorios prosperan, otros, lamentablemente, enfrentan condiciones desesperadas, llevando a sus habitantes a buscar mejores oportunidades en otros lugares.

En su discurso, Alfaro, la vicepresidenta, puso de manifiesto la personalidad inspiradora de Arafat y agradeció su compromiso con los derechos de todas las personas, destacando su defensa de la causa del pueblo palestino. “La situación en Gaza es un verdadero genocidio que no podemos ignorar”, afirmó, demandando una detención inmediata de la violencia que sufre esta población.

Por su parte, Ola Arafat expresó su gratitud por este reconocimiento, rememorando su trayectoria de 22 años y reflexionando sobre los aprendizajes obtenidos a lo largo del camino. “Este premio es símbolo de años de esfuerzo y superación. Cada obstáculo ha sido una lección valiosa que me ha hecho más fuerte”, compartió.

Arafat también resaltó la importancia del apoyo colectivo en el proceso migratorio. “Llegar a un nuevo país implica mucho más que un simple cambio de localización. Es un viaje de adaptación constante, un cruce de costumbres, y en muchas ocasiones, un reinicio. A pesar de los desafíos, he tenido la fortuna de encontrar la belleza en la diversidad y la extraordinaria fuerza que da el apoyo mutuo,” concluyó, haciendo un llamado a la solidaridad y a la empatía en la sociedad navarra.