En mayo, Pamplona presentará proyectos concretos para mejorar sus infraestructuras verdes y azules utilizando soluciones basadas en la naturaleza, buscando incrementar al menos un 5% estos elementos. Estas acciones tienen como objetivo potenciar la biodiversidad, aumentar los servicios ecosistémicos, tratar el agua pluvial en origen, mitigar las islas de calor y promover el empleo verde, todo en un esfuerzo por combatir el cambio climático y mejorar la habitabilidad de la ciudad.
Para llevar a cabo estas iniciativas, el Ayuntamiento ha iniciado la elaboración del 'Plan de Infraestructuras Verdes (IV) y Drenaje Sostenible', que incluirá un conjunto de actuaciones estratégicas. A través de este plan, se pretende integrar procesos y flujos ecológicos e hidrológicos, favoreciendo tanto la salud como el bienestar colectivo de los ciudadanos. Además, se enfatiza la participación ciudadana en todo el proceso.
Este plan forma parte del proyecto RUNA 2025, financiado por la Unión Europea a través de fondos NextGenerationEU y gestionado por la Fundación Biodiversidad y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto demográfico (MITECO). El objetivo es impulsar la renovación y renaturalización del entorno urbano de Pamplona, aplicando 'Soluciones Basadas en la Naturaleza' para abordar los desafíos territoriales y urbanos de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
La ciudad acogerá el congreso PARJAP Pamplona 2024 'Soluciones basadas en la naturaleza: una apuesta de futuro' del 8 al 10 de mayo, donde se debatirá sobre el uso de espacios verdes y la gestión de recursos como el agua para combatir el cambio climático. Profesionales del ámbito público, privado y asociativo se reunirán para reflexionar y compartir conocimientos en esta área.
Los proyectos del plan se centrarán en crear una red estratégica de espacios naturales y seminaturales, conectándolos con elementos medioambientales que protejan la biodiversidad y aporten servicios ecosistémicos. El objetivo es establecer una ciudad resiliente y comprometida con la protección del medio ambiente.
Actualmente, Pamplona cuenta con más de 3,5 millones de m2 de zonas verdes urbanas, así como numerosos árboles en parques y calles, y bosques de ribera en los tres ríos que cruzan la ciudad. Además, se han plantado dos bosques para compensar la huella de carbono, y se han implementado sistemas de drenaje vegetados para fomentar la sostenibilidad.
Uno de los desafíos a los que se enfrenta Pamplona es el impacto de las lluvias intensas en entornos urbanos. Por ello, se buscará establecer una gestión eficaz de las escorrentías en colaboración con diferentes entidades. Se planificarán acciones para promover la permeabilización del suelo, implementar medidas de drenaje urbano sostenible y mejorar la gestión del agua en la ciudad.
El enfoque de soluciones basadas en la naturaleza busca replicar el ciclo natural del agua en entornos urbanos, beneficiando la infiltración natural del agua y reduciendo la contaminación de suelos y aguas subterráneas. Este enfoque también contribuye a la recarga de acuíferos y a la disponibilidad de agua, promoviendo un retorno del agua al ciclo natural lo más cercano posible a su precipitación inicial.
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