El Ayuntamiento de Pamplona ha tomado la decisión de encargar la realización de un censo de edificios que contienen amianto, tanto públicos como privados, con el objetivo de poder planificar su retirada antes de 2032. La Unión Europea ha establecido como meta para ese año la eliminación de este material cancerígeno, pero se pretende completar la retirada en los edificios públicos para 2028.
El plan del consistorio incluye el inicio de los trabajos de retirada en el edificio municipal del antiguo Oscus, ubicado en la calle Navarrería, para el año 2025. También se contempla la intervención en las naves de Aceros Sadar, de propiedad privada.
Para llevar a cabo la elaboración de este censo, el Ayuntamiento destinará un presupuesto de 30.000 euros para contratar asistencia técnica, y el proceso de licitación se llevará a cabo a finales de este año. El concejal delegado de Gobierno Estratégico, Urbanismo, Vivienda y Agenda 2030, Joxe Abaurrea, ha explicado que una vez se adjudique el trabajo, este deberá estar completado en un plazo de tres meses.
De esta manera, para mediados de 2025, el Ayuntamiento podrá contar con un listado detallado de edificios públicos y privados que contienen amianto, estableciendo un calendario de retirada, especialmente en los edificios públicos como Oscus y Aceros Sadar, que serán las prioridades.
El censo permitirá identificar y evaluar el estado del amianto visible en fachadas, cubiertas y chimeneas, así como preparar informes detallados de cada edificio susceptible de inspección. Con estos datos, se priorizará la retirada según el grado de peligrosidad y exposición a la población más vulnerable.
En aquellos casos en los que la retirada de amianto no requiera grandes obras, la gestión estará a cargo de Conservación Urbana. Sin embargo, para proyectos de mayor envergadura, el área de Proyectos Estratégicos tomará la iniciativa. En cuanto a los edificios privados, el área de Gobierno Estratégico, Urbanismo, Vivienda y Agenda 2030 será la responsable de informar y solicitar acciones en base al censo.
La eliminación del amianto en los elementos constructivos es una prioridad a nivel europeo, estatal, autonómico y local debido a los riesgos para la salud que conlleva este material cancerígeno. A pesar de que su uso fue prohibido en España en 2002 y en la Unión Europea en 2005, muchos inmuebles construidos antes de esas fechas aún contienen amianto. El Ayuntamiento de Pamplona busca evitar posibles impactos negativos en la salud de la población con la realización de este censo como primer paso.
Entre las tareas prioritarias de eliminación de amianto en edificios municipales se encuentra el antiguo Oscus en la calle Navarrería, donde se han identificado importantes elementos constructivos con este material peligroso.
El edificio, construido en la década de los 60 del siglo pasado, ha tenido diferentes usos a lo largo de los años, desde un instituto catequista hasta un centro social y cultural. En la actualidad, antes de proceder a su reurbanización, se pretende retirar el amianto debido a su potencial peligrosidad. Una vez finalizado el censo y con el presupuesto necesario (estimado en 200.000 euros), se espera poder licitar el proyecto y comenzar las obras a finales de 2025.
La demolición y eliminación del amianto en las naves Aceros Sadar, de propiedad privada, también se contempla para esa misma fecha. Estas naves, en estado de abandono, forman parte de un plan supramunicipal pero aún no han sido expropiadas. El coste estimado de esta actuación es de 400.000 euros.
Para facilitar la retirada del amianto en edificios privados antes de 2032, se prevé la creación de una bolsa de ayudas públicas. Con el censo finalizado, el Ayuntamiento buscará colaboración con el Gobierno de Navarra para impulsar ayudas específicas, ya que la eliminación de este material beneficiará a toda la sociedad pamplonesa y navarra.
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