El pasado martes, un hombre de 44 años resultó herido en Pamplona tras ser atropellado por una bicicleta en la acera de la calle Monasterio de Belate. El suceso tuvo lugar en torno a las 21.45 horas y ha vuelto a poner de manifiesto los peligros que supone que los vehículos de movilidad personal circulen por las aceras.
Ante este tipo de situaciones, resulta importante recordar que el Reglamento de Circulación establece que las bicicletas y otros vehículos de movilidad personal no pueden transitar por las aceras, salvo excepciones puntuales. Esta normativa persigue garantizar la seguridad tanto de los peatones como de los propios ciclistas, quienes tienen en la calzada el lugar más idóneo para circular.
No obstante, todavía existen muchas personas que no respetan esta norma y que deciden utilizar las aceras como si fueran una prolongación de la calzada. En el caso de los vehículos de movilidad personal, resulta especialmente preocupante dado que se trata de dispositivos que pueden alcanzar una velocidad considerable y que no están diseñados para circular por las aceras.
Por todo ello, es fundamental que se siga trabajando en la concienciación y en la educación vial para que se respeten las normas de circulación. Solo así se podrá garantizar la seguridad de todos los usuarios de la vía pública y se podrán evitar situaciones tan desagradables como la ocurrida en Pamplona.