Si hay algo que es emblemático en Navarra, además de sus paisajes y su patrimonio cultural, son los pintxos. Estos pequeños bocados tienen una gran presencia no solo en la región, sino también en el resto del país e incluso en el extranjero. A pesar de que la mayoría son originales de esta zona, también se han expandido por otras regiones y países debido a su popularidad.
Uno de los más destacados es el piquillo relleno de brandada de bacalao. Este pintxo se caracteriza por la mezcla del sabor dulce del pimiento del piquillo con el salado de la brandada. Este último es un estofado suave elaborado con bacalao, ajo, aceite de oliva, leche y nata. La combinación es exquisita y no hay quien se resista a probar este pintxo. Además, la textura del relleno es muy suave y cremosa, lo que hace que se deshaga en la boca con facilidad.
Otro pintxo típico navarro es el pincho de tortilla de patata. Es muy sencillo y consiste en una tortilla con cebolla, cortada en cuadrados y servida en una rebanada de pan. A pesar de su simplicidad, es uno de los más populares en toda España. La textura es esponjosa y suave, al tiempo que el sabor es único gracias al toque dulce de la cebolla.
El delicado equilibrio de sabores que se logra en la codorniz en escabeche hace que este pintxo sea una auténtica delicia. Este plato se elabora cocinando las pequeñas aves en una mezcla de vinagre, aceite de oliva, laurel, pimienta y otros condimentos, y se deja en reposo por varias horas para que cojan su sabor característico. La carne se adhiere perfectamente a los huesos en este plato, lo que hace que sea muy fácil de comer.
El bonito del norte es uno de los productos de mar más preciados de la zona. Con él se elaboran varias recetas, pero en cuanto a pintxos se refiere, las banderillas son de lo mejor. Las banderillas están hechas con una base de anchoas, bonito, piparra (pimiento verde largo y delgado) y aceituna negra. Esta combinación es única y el equilibrio de sabores es espectacular.
Este pintxo se consigue a partir de un tomate grande y con consistencia firme a la hora de picarlo. El gajo va relleno normalmente de una mezcla de bonito y huevo, con un toque de tomate frito. Esta mezcla se usa para elaborar el relleno del tomate al cual se le añade un toque de mayonesa para suavizar un poco el sabor. El resultado final es un pintxo muy refrescante y agradable al paladar.
Los langostinos son otros de los productos de mar estrella de la gastronomía navarra. En este caso, se sirven como brochetas, junto a trozos de pimiento y cebolla. La mezcla de sabores es increíble gracias a la frescura de los langostinos, que casan perfectamente con los demás ingredientes de la brocheta. El toque de la brasa le da esa crocancia característica de esta deliciosa brocheta.
El pintxo moruno es una de las elaboraciones más populares de la zona. Se hace con carne de cerdo, que se adoba con una mezcla de especias como el pimentón y el comino, y se asa en una parrilla para conseguir una cocción uniforme y precisa. Se sirve normalmente en un platito de barro con una rebanada de pan, lo que lo hace muy fácil de comer.
En Navarra, la anchoa es otro de los productos de mar más destacados. Se combina con pimientos del piquillo asados, lo que crea una mezcla de sabor único. La anchoa se coloca sobre la rebanada de pimiento, y se sirve sobre una rebanada de pan crujiente. La frescura de la anchoa y la suavidad del pimiento se combinan de una manera única, creando uno de los pintxos más característicos de la gastronomía navarra.
Los hongos son otro de los tesoros culinarios de Navarra. Se encuentran en los bosques de la zona, y su sabor es muy característico. En este pintxo, los hongos se saltean junto a huevos y se sirven también sobre una rebanada de pan. El resultado final es una auténtica delicia, ya que el sabor de los hongos -intenso y terroso- se combina con la cremosidad de los huevos para crear un plato único.
Como se ha podido comprobar, la gastronomía navarra es muy rica y variada. Sus pintxos son un ejemplo de la excelencia culinaria de la zona, pero hay muchos otros platos que también merecen una oportunidad. Desde sopas y pimientos rellenos hasta cordero asado y deliciosos postres, la gastronomía navarra es algo que hay que probar al menos una vez en la vida. No hay duda de que, quien visite la región, se llevará un recuerdo inolvidable.