Pamplona es la capital de la comunidad autónoma de Navarra y se encuentra situada en el norte de España, en la zona de transición entre la costa cantábrica y los Pirineos. Esta posición geográfica la convierte en la ciudad más cercana a los Pirineos navarros, por lo que se convierte en un lugar ideal para visitar tanto las zonas de montaña como la ciudad y su entorno.
Pamplona es una ciudad llena de vida, con un casco histórico medieval muy bien conservado que nos traslada a otra época. Entre los lugares más emblemáticos de la ciudad encontramos la Plaza del Castillo, el Ayuntamiento, la Catedral de Santa María y las murallas que rodean la ciudad. También es conocida mundialmente por la fiesta de San Fermín, que se celebra en julio y es popularmente conocida como los Sanfermines.
Otro aspecto destacable de Pamplona es su gastronomía, que se basa en productos frescos de la región y en recetas tradicionales. Destacan platos como la chistorra, los espárragos de Navarra, el cordero al chilindrón o los pimientos del piquillo.
Los Pirineos navarros se encuentran muy cerca de Pamplona, a tan solo unos kilómetros de la ciudad. Esta zona se caracteriza por sus paisajes montañosos, sus valles y ríos y por una gran riqueza natural y cultural. Aquí encontramos lugares como el Parque Natural de las Bardenas Reales, la Foz de Lumbier, la Selva de Irati o la Sierra de Aralar.
Entre las actividades que podemos realizar en los Pirineos navarros se encuentran el senderismo, el esquí de fondo, las rutas en bicicleta, la escalada, la pesca o el turismo cultural, visitando pueblos con encanto y monumentos históricos.
En definitiva, Pamplona se convierte en una base ideal desde la que visitar los Pirineos navarros y disfrutar de sus maravillosos paisajes y actividades al aire libre. Además, la ciudad cuenta con una gran oferta turística y gastronómica, lo que la convierte en un destino completo e interesante para todo tipo de viajeros.