En Pamplona, el 23 de julio, la Guardia Civil de Navarra ha reunido pruebas que han llevado a investigar a tres personas en Málaga, vinculadas a un engañoso esquema de estafa emocional conocido como 'romance scam'. Estas tres personas están acusadas no solo de perpetrar un fraude económico, sino también de participar en actividades de blanqueo de capitales, con un saldo total de 80.000 euros robados a una víctima de Olite.

La historia comenzó cuando la víctima, después de sufrir el engaño, decidió presentar una denuncia en la oficina de atención al ciudadano de la Guardia Civil en Peralta. Allí, narró cómo se había visto atrapado en una manipulación emocional que culminó en múltiples transferencias de dinero hacia una mujer que, según sus palabras, había conocido durante un viaje en Marruecos.

Durante su estancia en Marruecos, el denunciante estableció contacto con una joven que se convertiría en el centro de su atención sentimental a pesar de la distancia. Dado que ella no dominaba el español, un amigo suyo se ofreció a actuar como intérprete en sus intercambios, pero esta cooperación se tornó en un instrumento de engaño.

A medida que la relación se desarrollaba a lo largo de ocho años, la víctima recibió mensajes del amigo intérprete, quien alegaba que la mujer necesitaba asistencia financiera por diversas razones personales. Aparentemente confiando en sus palabras, el hombre fue enviando significativas sumas de dinero, suma que alcanzó la impresionante cifra de 80.000 euros, que fueron transferidos a varias cuentas proporcionadas por los estafadores.

Con el avance de la investigación, se descubrió que el amigo del denunciante estaba en el centro de un esquema más amplio, manipulando su confianza para gestionar fraudulentamente recursos ajenos y obtener beneficios personales, todo ello en detrimento de la víctima que actuó de buena fe.

Además, se identificó a otros dos cómplices ubicados en Estepona, Málaga, quienes también habrían contribuido al fraude mediante la utilización de cuentas bancarias para facilitar las transacciones ilícitas, actuando así como mulas bancarias. Esta red delictiva, por tanto, se amplió más allá de un solo individuo, revelando un entramado que aprovecha la vulnerabilidad emocional de las personas.

Los investigados, cuyas edades oscilan entre los 62 y 78 años, incluyen a dos varones con antecedentes marroquíes y uno de nacionalidad española. Actualmente, todos ellos enfrentan cargos por delitos de estafa y blanqueo de capitales.

La acción policial ha sido ejecutada por el Equipo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil en Pamplona, y los hallazgos de la investigación han sido presentados ante los Juzgados de Instrucción de la ciudad, dejando claro que la estafa emocional es un asunto serio y en crecimiento que afecta a personas vulnerables.