El PSN ha acordado con EH Bildu una moción de censura a la alcaldesa Cristina Ibarrola por considerarla responsable de la parálisis que ha sufrido la ciudad bajo gobiernos municipales de UPN. El secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, ha defendido esta decisión y ha dejado claro que no se trata de un acuerdo de gobierno, ya que su partido no formará parte del equipo de gobierno ni asumirá concejalías.

Según Alzórriz, las negociaciones para la moción de censura comenzaron después de la investidura del Gobierno de España y cuenta con el respaldo total de la Ejecutiva del PSN, en coordinación con el PSOE a nivel nacional. El secretario de Organización ha negado que este acuerdo sea un pago por el apoyo de EH Bildu a la investidura de Pedro Sánchez, sino que se trata de un acuerdo político para mejorar la vida de los ciudadanos de Pamplona.

Alzórriz ha señalado que esta oportunidad de cambio es necesaria debido a la parálisis causada por UPN, quien ha sido incapaz de ofrecer un proyecto de ciudad. Además, ha criticado la actuación política de Cristina Ibarrola, a quien acusa de llevar a cabo acciones prepotentes, unilaterales y opacas, menospreciando constantemente al resto de fuerzas políticas a pesar de estar en minoría. También ha denunciado que Ibarrola ha utilizado el Consistorio para confrontar con los gobiernos central y foral, poniendo en peligro los fondos europeos.

En el acuerdo se establece el compromiso de respetar y cumplir la Ley Foral de Símbolos de Navarra acordada en la legislatura pasada, así como de respetar la institucionalidad de Pamplona. También se contempla trabajar en materia de memoria, justicia y reparación, propiciando un clima político de entendimiento que mire al futuro sin olvidar el pasado, y reconociendo y reparando a las víctimas de ETA para evitar situaciones de humillación.

Además, se apuesta por el fomento del euskera, siempre acorde a la demanda y la realidad sociolingüística, sin imposiciones y desde la voluntariedad e igualdad de oportunidades. También se busca unas fiestas de San Fermín libres de tensiones políticas o espacios de exclusión.

Por último, se establece que cuando no haya acuerdos, las decisiones se tomarán en base a las mayorías del pleno, aunque sean competencia de la Alcaldía.