En Pamplona, el 11 de julio, se dio a conocer la sentencia de un caso que ha resaltado las tensiones en torno a la seguridad durante las festividades de San Fermín. El juez del juzgado de instrucción número 4 ha dictado una condena de 4 meses de prisión a un hombre por la posesión y ocultación de seis teléfonos móviles robados, aunque la ejecución de la pena ha quedado suspendida bajo la condición de que no vuelva a cometer delitos en los próximos dos años y se le prohibirá el acceso a la ciudad durante 8 meses.

De acuerdo con lo reportado por el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, esta decisión judicial se ha tomado mediante un acuerdo entre las partes involucradas y es definitiva. El incidente ocurrió el 9 de julio de 2025, cuando el acusado, originario de Argelia y con antecedentes penales que no se cuentan para efectos de reincidencia, fue interceptado en la estación de autobuses de la ciudad.

Gracias al trabajo de un guía canino especializado en la detección de drogas y dinero, la Policía Nacional pudo identificar al individuo, encontrando en su posesión seis teléfonos móviles, uno de los cuales estaba envuelto en papel de aluminio. Es importante señalar que ninguno de los dispositivos contaba con la tarjeta SIM correspondiente.

La sentencia señala que el acusado poseía estos teléfonos con la intención de obtener un lucro ilegal. Aunque no se ha podido establecer su participación directa en el robo, sí se evidencia que estaba consciente de que los teléfonos provenían de delitos previos, que incluyeron hurtos y otras infracciones que tuvieron lugar durante los días de celebración de San Fermín.

El fallo también especifica que el encausado recibía los móviles para sacarlos de Pamplona con el objetivo de dificultar su localización. Dos de los teléfonos ya han sido devueltos a sus legítimos propietarios, mientras que se espera la recuperación de un tercero. Aún queda por identificar plenamente a los dueños de los otros tres dispositivos recuperados.