El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge ha decido cerrar el caso en el que se investigaba la posible responsabilidad de la cúpula de ETA en el atentado ocurrido el 30 de mayo de 2003 en Sangüesa. Según el juez, no hay pruebas suficientes para acusar a los antiguos dirigentes de la organización.

En el auto recogido por Europa Press, el juez declara la conclusión del sumario sin procesar a ninguno de los acusados, después de haber agotado todas las líneas de investigación posibles. El informe de la Fiscalía destaca que el ataque terrorista fue dirigido contra funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y que no se puede atribuir la responsabilidad directa a los miembros del Comité Ejecutivo de ETA. El juez también hace referencia a informes de inteligencia policial que indican que solo se requeriría la autorización de la dirección de la organización para atentados contra objetivos especiales, y las víctimas de este atentado no formaban parte de ese grupo.

Además, el magistrado también hace hincapié en la valoración del informe de inteligencia de la Comisaría General de Información, que afirma que Arruarte Santa Cruz y Lorán Lafourcade no tienen participación material en el atentado.

La decisión de cerrar la investigación se produce después de que la Fiscalía remitiera un informe en el que señalaba la falta de pruebas para avanzar en el procedimiento y que no se necesitaban realizar más diligencias. Cabe destacar que el caso fue reabierto a raíz de una querella presentada por la Asociación Dignidad y Justicia contra varios exintegrantes del comité ejecutivo de ETA y los presuntos autores materiales del atentado.

En un principio, el juez investigó a ocho miembros del comité ejecutivo de ETA en el momento del atentado, así como a dos presuntos autores materiales. En mayo del año pasado, se amplió la investigación e imputó a otras personas a raíz del testimonio de un testigo.