
En la mágica noche del 15 de julio, la plaza Consistorial de Pamplona se convirtió en el epicentro de una emotiva despedida a los Sanfermines de 2025. Miles de ciudadanos se unieron en un canto colectivo de nostalgia y celebración, dando vida al tradicional 'Pobre de mí', un himno a la alegría y a los recuerdos compartidos.
Desde el emblemático balcón de la Casa Consistorial, donde se inició la fiesta con el icónico Chupinazo el pasado 6 de julio, miembros de Gaiteros de Pamplona - Iruñeko Gaiteroak y de AFAN, que se posicionaron como segunda y tercera opción en la votación popular para el lanzamiento del cohete, marcaron el cierre de esta edición festiva y dejaron entrever la emoción por los Sanfermines venideros en 2026.
Al sonar la medianoche, los representantes de estas agrupaciones se asomaron al balcón frente a la multitud, proclamando con alegría: "Pamploneses y pamplonesas, los Sanfermines de 2025 han llegado a su fin. ¡Viva los Sanfermines de 2026!" Sus palabras resonaron en el aire mientras los asistentes se deshacían de sus pañuelos rojos y comenzaban a entonar el 'Pobre de Mí' en un momento de conexión íntima y comunitaria.
Además de quienes lanzaron el cohete, otras candidaturas que no fueron elegidas también estuvieron presentes. Desde el interior del Ayuntamiento, miembros del Consejo Municipal y representantes de Yala Nafarroa con Palestina, quienes estuvieron a cargo del Chupinazo de este año, siguieron la emotiva despedida.
Los miles de asistentes en la plaza, empoderados con velas en mano, inundaron el espacio con cánticos de despedida: "Pobre de Mí, Pobre de Mí, que se han acabado las fiestas de San Fermín", acompañados por el chasquido de fuegos artificiales que iluminaban el cielo. Fue una traca desde la plaza de los Burgos la que puso fin a esta maratón de celebración.
El 'Pobre de Mí' se erige como el cierre simbólico de los Sanfermines, un ciclo de 204 horas ininterrumpidas de festividad que comenzaron con el famoso Chupinazo, lanzado por Lidón Soriano, Dyna Kharrat y Eduardo Ibero, en representación de Yala Nafarroa con Palestina.
Las calles de Pamplona, vestidas en blanco y rojo, fueron desbordadas por miles de locales y forasteros que disfrutaron de más de 517 actividades organizadas por el Ayuntamiento. Desde el 6 al 14 de julio, el programa incluyó no sólo los típicos encierros, sino también conciertos, espacios de recreación para jóvenes y familias, animación en la calle, fuegos artificiales y una diversidad musical que resonó en todos los rincones.
Este año, los ocho encierros dejaron un saldo de 41 personas trasladadas al Hospital Universitario de Navarra, un aumento respecto a las 38 del año anterior. De esos traslados, cinco fueron por heridas de asta de toro, en comparación con tres en el año anterior, reflejando de nuevo la adrenalina y el riesgo que acompaña a esta tradición.
Tags:
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.