
En un acto de fuerte simbolismo y solidaridad, Yala Nafarroa ha manifestado su alegría al ser seleccionada como una de las candidatas para encender el chupinazo que marca el inicio de las fiestas de San Fermín. Este evento podría representar un poderoso mensaje de hermandad entre las comunidades, transmitiendo un mensaje de esperanza y unidad.
Este domingo, Pamplona fue escenario de una masiva manifestación, donde alrededor de 1.500 personas, según la Delegación del Gobierno, se unieron para exigir el "fin del genocidio" en Gaza y la ruptura de relaciones con Israel. La movilización fue organizada por Yala Nafarroa junto a BDZ Nafarroa, destacándose por una gran bandera de Palestina que encabezó la marcha, portando pancartas que llamaban a la acción y al boicot hacia Israel.
Durante el recorrido, se alzaron voces que clamaban por justicia y apoyo a la causa palestina, con consignas impactantes como "Cada niña muerta es una niña nuestra", subrayando la fuerte conexión emocional que esta situación ha generado en la sociedad. Lidón Soriano, portavoz de Yala Nafarroa, enfatizó la urgencia de poner fin a la "brutalidad" y al "apartheid" que enfrenta el pueblo palestino.
Soriano resaltó que algunos gobiernos están comenzando a cambiar su discurso, fruto de la intensa presión ejercida a nivel global. Sin embargo, hizo hincapié en que estas palabras deben traducirse en acciones contundentes: "Un genocidio no se detiene con palabras, se necesita una actuación decidida", afirmó, reclamando una ruptura total de relaciones no solo comerciales, sino también a todos los niveles.
La portavoz también mencionó los esfuerzos del Gobierno de Navarra por revisar los contratos con empresas israelíes y bloqueos a eventos deportivos relacionados con Israel, esperando que estas acciones se traduzcan en un compromiso más firme a favor de los derechos humanos y el derecho internacional.
Asimismo, Soriano criticó la inacción de muchos gobiernos a pesar de la magnitud de la crisis, resaltando que la justicia y la humanidad deberían ser prioritarias por encima de los intereses políticos. “No se puede esperar a que haya más de 60.000 muertes para que se tomen medidas”, enfatizó con preocupación.
El hecho de que Yala Nafarroa esté en la carrera por el chupinazo simboliza, según Soriano, el descontento y la indignación latente en la sociedad navarra. Este cohete podría ser más que un ritual festivo; sería un "grito de esperanza por la paz y la justicia internacional".
Finalmente, María Soriano expresó su entusiasmo: "Lanzar el chupinazo sería un gran motivo de orgullo para nosotros, reflejando un profundo hermanamiento de solidaridad entre nuestros pueblos. Sería una celebración verdaderamente bella y significativa."
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