En un incidente que tuvo lugar la noche del 12 de julio en Navarra, la Guardia Civil demostró una vez más su compromiso con la seguridad y el bienestar de los ciudadanos al intervenir en el auxilio de pasajeros de trenes varados. Este problema surgió alrededor de las 21.20 horas, cuando la caída de árboles provocó la pérdida de tensión eléctrica en las vías cercanas a las estaciones de Castejón y Caparroso.

Dos trenes, uno en la ruta de Madrid a Pamplona y otro que cubría Barcelona-Pamplona, quedaron detenidos en la estación de Castejón, mientras que un tercer tren se vio envuelto en el problema en Caparroso, afectando a cerca de mil viajeros en total.

La respuesta fue rápida, con la llegada de efectivos de la Policía Local y patrullas de la Guardia Civil de Tudela, además de miembros de la Unidad de Seguridad Ciudadana de Pamplona. Los agentes confirmaron la situación de los trenes inmovilizados y comenzaron a coordinar el rescate de los pasajeros.

Pasadas las 23.50 horas, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) organizó el despliegue de autobuses para facilitar el traslado de los afectados. Cuatro autobuses se enviaron a Castejón para evacuar a más de 200 pasajeros hacia localidades cercanas como Pamplona y Tafalla.

Asimismo, los viajeros que se encontraban en la estación de Caparroso también fueron evacuados de manera eficiente en tres autobuses, cuyo destino final fue la estación de tren de Tudela. Durante la operación, se prestó atención médica a un hombre de 80 años que sufrió una leve contusión en la cabeza debido a una caída, evidenciando así la preocupación por la salud y seguridad de todos los involucrados.