En un acto de reivindicación histórica, el grupo político Contigo Navarra-Zurekin Nafarroa ha presentado una moción en el Parlamento foral que busca honrar a aquellos militares navarros que, por lealtad a la Segunda República Española, dieron su vida tras el golpe de Estado de 1936.

Esta moción, que se discutirá el próximo 16 de abril, incluye la propuesta de llevar a cabo un análisis exhaustivo y organizar ceremonias conmemorativas, todo impulsado desde el Instituto Navarro de la Memoria.

El portavoz de la coalición, Carlos Guzmán, ha hecho hincapié en el papel crucial del Ejército de la República, también llamado Ejército Popular, en la lucha contra el avance del fascismo a lo largo de tres años de conflicto. Este Ejército estaba conformado por un diverso grupo de individuos, incluyendo militares profesionales, brigadistas internacionales y referentes culturales como Miguel Hernández. “Gracias a su valentía, miles de vidas fueron salvadas del terror franquista”, comentó Guzmán.

Contigo-Zurekin ha revelado recientemente historias conmovedoras sobre los militares navarros que fueron asesinados por su fidelidad a la legalidad republicana. Mencionaron casos como el del comandante pamplonés Virgilio Leret Ruiz, ejecutado en Melilla el 18 de julio de 1936; el coronel Críspulo Moracho Arregui, cuyo cuerpo fue encontrado en Zaragoza el 27 de julio; y el capitán Venancio Bozal Ruiz, también muerto en esa misma ciudad el 30 de agosto. Además, compartieron relatos de militares de otras regiones que encontraron su destino trágico en Navarra, como Miguel Núñez de Prado, proveniente de Córdoba, fusilado en Pamplona el 24 de julio, y el capitán Arturo Menéndez López, ejecutado el 5 de agosto en las cercanías de la ciudad.

Guzmán concluyó subrayando la importancia de que estas historias no caigan en el olvido: “Es un deber de nuestras instituciones reconocer su legado y homenaje a su valentía”.