
En un evento marcado por la tensión, la Policía Nacional ha intervenido para evitar la simultaneidad de dos manifestaciones en la plaza Consistorial de Pamplona. Mientras el colectivo Sare organizaba un acto en apoyo a los presos de ETA, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), encabezado por su presidenta Consuelo Ordóñez, llevó a cabo una protesta enérgica y conmovedora.
La presidenta Ordóñez, junto a otras víctimas del terrorismo, como Iñigo Pascual, Conchi Fernández y José María Lobato, se hicieron presentes para dejar claro que, en su opinión, los prisioneros no son "presos políticos", sino "asesinos" que cumplen condena por sus crímenes. Su presencia busca recordar las historias de dolor que subyacen a la lucha por la memoria y la justicia.
A las 19:30 horas, Sare daba cierre a su campaña 'Puzzlea osatu arte', un mensaje que aboga por la resolución definitiva de la situación de 57 presos de ETA, mientras un grupo de joaldunak ingresaba en la plaza sosteniendo una gran ikurriña, acompañado de un nutrido grupo de personas que ondeaban carteles demandando el regreso a casa.
Frente a esto, Covite intentó acceder a la plaza con pancartas fuertes y resonantes que expresaban su descontento con el tratamiento hacia los prisioneros, utilizando frases que cuestionan la idea de la reinserción sin arrepentimiento. Los agentes policiales se interpusieron, manteniendo a los miembros de Covite alejados del acto de Sare, generando un ambiente de confrontación y reproche.
Ordóñez, frente a los policías, lanzó mensajes de firmeza y desafío, instando a los miembros de Sare a recordar las víctimas, a lo que recibió como respuesta cánticos de apoyo a los presos. Una vez que concluyó la manifestación de Sare y comenzaron a desalojar la plaza, Covite logró finalmente establecerse en el centro para expresar sus demandas ante los medios.
En declaraciones posteriores, Ordóñez enfatizó que "nosotros somos la pieza del puzzle que a estos señores se les olvida siempre: las víctimas". Además, condenó la postura de la izquierda abertzale, recordándoles que los presos están encarcelados por acción directa en asesinatos. Su retórica no solo responsabiliza a los presos, sino también a los partidos que, en su opinión, han encubierto o justificado las acciones de ETA.
La presidenta de Covite también denunció la inacción del Gobierno Vasco y del sistema judicial, aludiendo que, en lugar de proteger los derechos de las víctimas, se está cediendo ante las demandas de los reclusos de ETA, haciendo eco del legado de opresión y sufrimiento que estas personas han causado en su camino.
Ordóñez interrogó a aquellos que alguna vez formaron parte de ETA y ahora se presentan como líderes del movimiento independentista, cuestionando la falta de apertura al arrepentimiento y la clara hipocresía en sus acciones. Su crítica reveló un profundo sentido de injusticia y trató de visibilizar cómo las decisiones políticas han estado divorciadas del sufrimiento real que han vivido las familias de las víctimas.
Finalmente, hizo un llamado claro: "Venimos a completar el puzzle", reafirmando el papel fundamental de las víctimas en esta narrativa histórica que no debe ser olvidada. Este acto de reivindicación se convierte en un recordatorio potente de las cicatrices que aún persisten en la sociedad, y de la importancia de no trivializar los crímenes del pasado en el camino hacia la reconciliación.
Tags:
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.