
El 26 de julio en Pamplona, durante las festividades de San Adrián, la Policía Foral ha tenido que intervenir ante un incidente relacionado con un conductor que mostró un alarmante nivel de intoxicación. El individuo en cuestión registró una tasa de 0,65 gramos de alcohol por litro de sangre y además dio positivo en pruebas de cocaína y speed, lo que pone de manifiesto un problema serio de consumo de sustancias.
A través de una publicación en la plataforma X, las autoridades señalaron que se trata de un "reincidente conocido", subrayando la gravedad de la situación. "Bomba desactivada", añadieron, haciendo referencia a la peligrosidad que representa este tipo de conductas no solo para el infractor, sino también para la comunidad.
Este episodio destaca la necesidad de continuar luchando contra el consumo de drogas y alcohol al volante, una problemática que afecta tanto la seguridad pública como la cohesión social. Las estadísticas son claras; es imprescindible que continuemos trabajando para erradicar esta conducta y proteger a todos los ciudadanos.
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