En una mañana intensa y llena de peligro, los toros de la ganadería José Escolar se han convertido en los protagonistas del penúltimo encierro de las fiestas de San Fermín en Pamplona. La carrera se vio marcada por múltiples caídas de corredores, que fueron pisoteados por los astados, resultando en siete heridos trasladados, aunque afortunadamente ninguno por asta de toro.

El encierro, que duró dos minutos y 17 segundos, comenzó puntual a las ocho de la mañana, con una gran presencia de corredores al ser fin de semana. La manada salió de los corrales de Santo Domingo de manera unida, liderada por un cabestro, y rápidamente se sucedieron las caídas de los mozos a lo largo del recorrido.

En la subida hacia el Ayuntamiento, uno de los toros golpeó a un corredor que yacía en el suelo, provocando su resbalón. A lo largo del trayecto, los toros pasaron a gran velocidad por la plaza del Ayuntamiento, donde continuaron las caídas de los corredores. En Mercaderes, las caídas persistieron y algunos corredores fueron pisoteados por los animales.

En un momento de gran peligro en la curva de Mercaderes, varios mozos quedaron atrapados entre la pared y los toros, mientras en la recta de Estafeta, más corredores tropezaron y fueron superados por la manada. A pesar de todo, los toros llegaron finalmente a Telefónica y fueron dirigidos de forma segura al coso pamplonés.

Los seis astados de José Escolar serán lidiados esta tarde en la Plaza de Toros a las 18:30 horas, por los diestros Rafaelillo, Gómez del Pilar y Juan de Castilla. La emoción y la tensión continúan en estas fiestas tan emblemáticas para Pamplona.