La empresa Plásticos Brello ha llevado a cabo un despido colectivo de 18 trabajadores, lo que ha sido interpretado como una represalia por parte de la dirección debido a la unidad sindical demostrada previamente para lograr un convenio colectivo. Esta acción ha generado indignación entre los trabajadores que han sido despedidos.
La representación de los trabajadores, encabezada por Irati Bañuelos y David Casanova, ha expresado su malestar en una comisión parlamentaria solicitada por el partido político Geroa Bai, afirmando que el despido ha sido repentino y sin margen de reacción para los afectados.
Según Casanova, la empresa decidió dar por finalizada la relación laboral con los trabajadores a pesar de que la plantilla había estado trabajando arduamente en los meses previos. Además, se ha revelado que la empresa perteneciente al grupo de Volkswagen era rentable, lo que cuestiona la justificación del despido colectivo.
Por otro lado, Bañuelos ha enfatizado que la decisión de la dirección de la empresa ha sido una represalia contra los trabajadores que habían logrado mejoras laborales mediante la negociación colectiva. También ha señalado que la legislación laboral actual permite este tipo de decisiones, a pesar de la solidez económica del grupo de empresas.
Los representantes sindicales han calificado la situación como un "persianazo", en referencia a la repentina finalización de la actividad laboral sin justificación clara. La falta de comunicación previa y la situación de sorpresa han generado malestar entre los trabajadores afectados.
En la comisión parlamentaria, diferentes partidos políticos han expresado su preocupación por el abuso de la legislación laboral y la falta de protección para los trabajadores en situaciones como esta. Se espera que se analice a fondo lo sucedido y se tomen medidas para evitar que casos similares se repitan en el futuro.
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