Durante el pasado fin de semana en Pamplona, la Policía Municipal llevó a cabo varias detenciones que reflejan una preocupante serie de incidentes de violencia y desorden en la ciudad. Uno de los casos más alarmantes involucró a un menor que fue arrestado tras agredir a otro joven con una botella de manera violenta.

Este incidente se produjo alrededor de las 7.20 horas del domingo en la calle Amaya. Gracias a la pronta respuesta de las autoridades y la llegada de los servicios de emergencia, se logró evitar que la situación escalara aún más, como han señalado fuentes de la policía local.

En otro suceso, un hombre de 27 años fue detenido tras ser acusado de agresión sexual por realizar tocamientos sin consentimiento. Este ataque tuvo lugar el viernes a las 17.30 horas en un domicilio del barrio de Mendebaldea, y el sospechoso fue arrestado apenas dos horas después del hecho.

Asimismo, durante la noche del domingo, un hombre de 33 años fue detenido en la calle Cruz de Barcacio por presuntos actos de violencia de género, dirigiendo agresiones y un trato vejatorio hacia su pareja.

La Policía Municipal también arrestó a un joven de 18 años en el Casco Antiguo después de ser señalado como el autor de un robo de teléfono móvil. Este joven fue retenido por testigos hasta que llegaron las autoridades y, según informes, tenía antecedentes por delitos similares.

Por si fuera poco, otro joven de 18 años fue detenido en el mismo barrio a las 3.45 horas del sábado, tras estar involucrado en disturbios públicos que causaron malestar entre los vecinos. Cuando los agentes de policía llegaron al lugar, el joven mostró una actitud desafiante, desobedeciendo las órdenes y, en un intento de huir, provocó lesiones a uno de los oficiales presentes.

El fin de semana también registró dos detenciones adicionales por resistencia y desobediencia. En la madrugada del domingo, aproximadamente a la 1.30 horas, en la avenida de Zaragoza, un hombre de 52 años y una mujer de 25 años fueron arrestados por negarse a identificarse y resistirse a la intervención policial, en respuesta a quejas de los vecinos por molestias generadas en una vivienda.