Organizaciones de transporte en Navarra alertan sobre protestas inminentes por el descuido del sector.

PAMPLONA, 2 de octubre. En un contexto de creciente descontento, las organizaciones ANET, Tradisna e Hiru han anunciado este jueves una serie de "movilizaciones inminentes" para expresar su rechazo ante lo que consideran un "abandono" del Gobierno de Navarra hacia el sector del transporte por carretera. Durante una rueda de prensa celebrada frente al Parlamento foral, han denunciado que la autonomía mantiene una carga fiscal desproporcionada en comparación con otras regiones, además de oponerse a la implementación de peajes mientras las infraestructuras viales continúan en un estado lamentable y sin el financiamiento necesario para su mantenimiento.
Los representantes de estas entidades, Ignacio Orradre (ANET), Ignacio Ezcurra (Tradisna) y Alberto Núñez (Hiru), han manifestado su frustración por la falta de respuesta del Gobierno navarro a las solicitudes que han planteado sobre fiscalidad. Han exigido que se congelen los peajes hasta que se implementen en el resto del país, argumentando que el sector del transporte es fundamental para la competencia entre comunidades autónomas y para el desarrollo económico de Navarra.
En relación a los peajes, han afirmado que su introducción sería una "penalización" tanto para el ecosistema empresarial como para la ciudadanía navarra. Orradre subrayó que los navarros ya contribuyen lo suficiente a través de impuestos y que el sector del transporte cumple con su obligación fiscal para garantizar el mantenimiento adecuado de las carreteras. “Invertir en infraestructura desde ahora es asegurar el futuro”, enfatizó.
Además, ha defendido la necesidad de "optimizar el gasto público" antes de implementar nuevas medidas de recaudación, argumentando que la situación de Navarra es diferente respecto a otros países europeos debido a su ubicación periférica. Destacó que la imposición de peajes sólo en Navarra podría romper la unidad del mercado y generar dificultades para los transportistas locales, que ya enfrentan la difícil tarea de trasladar mercancías a sus clientes, lo que ha resultado en el cierre de numerosas empresas y autónomos en años recientes.
Las organizaciones de transporte han calculado que, en promedio, cada vehículo de carga podría incrementar los costos para sus clientes en más de 1.000 euros al mes debido al peso adicional que representarían los peajes. Este aumento no afecta solo a los transportistas, sino que también repercute en los precios finales de los productos a los consumidores.
Por otro lado, Ezcurra ha alertado sobre la "situación insostenible" a la que está sometido el sector por una fiscalidad calificada de "injusta" en Navarra. Ha señalado que, aunque el transporte por carretera representa el 4,5% del PIB regional, contribuye con un 7,5% de la recaudación tributaria en la comunidad, lo que refleja un desajuste en el sistema fiscal.
Ezcurra también detalló que a los impuestos específicos que gravan la actividad de transporte, como el de hidrocarburos y los peajes, se suman el IRPF y el Impuesto de Sociedades, que son los más elevados del país. Un autónomo que factura 125.000 euros anuales llega a pagar hasta cuatro veces más que un similar en la Comunidad Autónoma Vasca, lo que considera una clara desventaja.
Este "agravio comparativo" tiene raíces en decisiones fiscales unilaterales tomadas en 2021 por Hacienda Foral, que cambió la tributación sin que se prometieran reformas similares a nivel estatal. Esto plantea serias dudas sobre la eficacia del sistema de fiscalidad transferida en Navarra, poniendo en entredicho su capacidad para fortalecer la competitividad de los transportistas locales.
Alberto Núñez, de Hiru, también ha hecho hincapié en que la creciente siniestralidad en las carreteras de Navarra —con siete transportistas fallecidos en lo que va de 2025— está ligada a la falta de inversiones en la mejora de infraestructura vial. Resaltó que muchas carreteras en la región carecen de señalización adecuada y presentan características inseguras, lo que pone en riesgo a los conductores y al resto de los usuarios de la vía.
Asimismo, ha destacado las precarias condiciones laborales que enfrentan los transportistas, argumentando que la presión por cumplir con horarios, cargas excesivas y tarifas insuficientes han contribuido al deterioro del sector. La falta de un relevo generacional está exacerbando el problema del envejecimiento de los conductores, cuya media se sitúa en torno a los 56 años.
Para mejorar las condiciones laborales y garantizar un futuro sostenible para el sector, Núñez ha propuesto la implementación de políticas que faciliten la jubilación de transportistas mayores y la incorporación de nuevos profesionales, con el fin de dignificar el trabajo en el transporte de mercancías.
Ante esta situación, ANET, Tradisna e Hiru han solicitado ser atendidos por el Gobierno de Navarra, urgidos de un apoyo esencial para el desarrollo del sector y han anticipado la realización de movilizaciones, aunque aún no han definido la fecha o el formato de las mismas.
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