En una reciente comparecencia ante los medios, el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra, José Luis Arasti, se mostró cauto al hablar sobre la reforma fiscal anunciada por la presidenta María Chivite el pasado lunes. Arasti prefirió no ofrecer detalles concretos sobre las propuestas, argumentando la necesidad de primero negociar con sus aliados antes de hacer cualquier anuncio oficial.

El consejero destacó que la presidenta había dado instrucciones para llevar a la mesa de diálogo fiscal una modificación relacionada con una posible reducción del IRPF para las clases medias. "Hemos estado trabajando en ello durante un tiempo considerable", comentó, pero matizó que la decisión final debe ser el resultado de un consenso entre los partidos que integran esta mesa, así como con el propio Gobierno.

Arasti enfatizó la importancia de mantener la lealtad y el respeto mutuo entre los miembros de la comisión, señalando que el camino hacia un acuerdo requiere confianza y colaboración. "Nuestro objetivo es llegar a un proyecto que contemple las opiniones de todos, antes de fin de año", afirmó en la rueda de prensa posterior a la sesión de Gobierno.

Al ser preguntado sobre la posibilidad de cuantificar la reducción fiscal en términos porcentuales, el consejero fue evasivo, reiterando su preferencia por no entrar en detalles específicos. "Podríamos no estar hablando de simples puntos porcentuales, y preferimos esperar a que haya un acuerdo en firme para hacerlo público, siempre y cuando cuente con el respaldo de todos los grupos políticos y logre avanzar en el Parlamento", concluyó.