PAMPLONA, 7 de julio.

Un suceso perturbador ha sacudido la feria de Pamplona, donde un hombre ha sido enviado a prisión preventiva tras ser acusado de intentar secuestrar a una niña de 10 años y de realizar tocamientos a otra menor de la misma edad. Este incidente tuvo lugar la noche del 5 de julio en un concurrido recinto ferial.

Según la jueza del juzgado de instrucción nº3, el acusado enfrenta serias acusaciones que incluyen un delito de agresión sexual a una menor, detención ilegal y lesiones, tal y como se detalla en la resolución judicial que ordena su encarcelamiento.

Los hechos fueron denunciados por las madres de las víctimas, quienes relataron que alrededor de las 22:40 horas, el detenido tocó inapropiadamente a una de las menores en las cercanías de los ascensores que conducen a la calle Descalzos. Este acto fue descrito como un contacto no consentido y con una clara intención sexual.

Aparte de este incidente, la jueza ha indicado que el hombre había intentado llevar en brazos a otra de las menores, justo después de que esta se bajara de una atracción cercana. Su intento de secuestro fue frustrado por personas que estaban en el lugar, quienes intervinieron al notar que la niña parecía estar en una situación de angustia y llorando. Posteriormente, se documentaron lesiones en su espalda debido a la fuerza utilizada por el detenido durante el intento de apoderarse de ella.

La identificación del sospechoso se dio en el mismo momento de su detención, tanto por parte de las madres de las víctimas como de otros testigos que vieron lo ocurrido, incluyendo el intento de secuestro y la agresión sexual.

En una declaración ante el tribunal, el acusado negó las acusaciones en su contra y dijo que aunque trabaja en Navarra, actualmente vive en la calle.

La magistrada argumentó que dada la gravedad de los delitos imputados y la corta edad de las víctimas, es esencial mantener al detenido en prisión sin posibilidad de fianza. Este enfoque busca prevenir cualquier riesgo de fuga y asegurar su comparecencia en juicio, especialmente ante la posibilidad de que se le impongan penas severas. Además, la jueza expresó la necesidad de proteger a otros menores al señalar que el comportamiento del detenido indica una conducta potencialmente peligrosa y reiterativa.