La ciudad de Pamplona vive un debate en torno a la remodelación de la carretera del campus de la Universidad de Navarra, donde el alcalde Joseba Asiron ha defendido las decisiones que llevaron a cabo. En una reciente conferencia de prensa, acompañado por Borja Izagirre, concejal de Ciudad Habitable y Sostenible, Asiron subrayó que todas las modificaciones se basaron en “criterios estrictamente técnicos” y fueron discutidas en la Junta de Movilidad local.

Durante esta comparecencia, Asiron trató de calmar las inquietudes manifestadas por algunos medios respecto a las nuevas curvas implementadas en la carretera, resultado de la transformación en una ruta ciclista de un solo sentido. “Lo que estamos viendo es una polémica fabricada que no me interesa”, manifestó, enfatizando que las decisiones de otros municipios no son su preocupación. “Asumo que cuando se toman decisiones, se hace siempre en búsqueda del mejor resultado”, añadió.

Izagirre apoyó la postura del alcalde, sugiriendo que es prematuro emitir juicios sobre la obra, pues apenas ha comenzado el proceso de pintado. Invitó a la comunidad a esperar hasta que todas las intervenciones estén concluidas para realizar una evaluación adecuada. “Es fundamental que las obras continúen, y solo entonces habrá un panorama completo que considerar”, indicó.

El concejal también alentó a comprender el contexto técnico: la carretera posee una anchura de 5,5 metros y alberga raíces de árboles que representan un riesgo considerable. Esta modificación, que incluye curvas, busca precisamente mejorar la seguridad de los ciclistas, abordando un problema evidente en la zona que ha resultado en numerosos accidentes. “Este diseño tiene como objetivo disminuir la velocidad a 20 km/h y reducir el ancho de la calzada a 2,85 metros. Con dos líneas rectas, el riesgo de que los vehículos intentaran adelantar a los ciclistas sería mucho mayor”, explicó.

Por otro lado, Asiron se refirió a la controversia que rodea la nueva normativa que obligará a los vehículos eléctricos a pagar por estacionar en la zona azul de Pamplona a partir del próximo año. El alcalde puntualizó que, hasta el momento, no se ha considerado realizar cambios en esta decisión, aunque no descartó que en el futuro puedan revisarse ciertos aspectos. “Es crucial reflexionar sobre nuestras decisiones, pero revertir lo que ya está decidido suele ser poco productivo”, concluyó.