PAMPLONA, 4 de julio. La evolución en los protocolos de seguridad en Navarra da un paso significativo. El Gobierno de Navarra, a través de su Departamento de Interior, Función Pública y Justicia, ha decidido actualizar la normativa que rige el armamento del cuerpo de la Policía Foral, incluyendo la implementación de Dispositivos Electrónicos de Control, comúnmente conocidos como pistolas táser.

Este nuevo armamento se implementará de forma gradual y será repartido entre las diferentes comisarías, específicamente en las unidades de Seguridad Ciudadana, donde se adaptará a las funciones y actividades que suelen realizar.

El objetivo principal de estos dispositivos es actuar como un método disuasorio, presentado como una alternativa a las armas de fuego en situaciones de riesgo, promoviendo así un enfoque más seguro en el manejo de conflictos.

Cada pistola táser estará acompañada de varios accesorios esenciales, como baterías y cargadores, y su uso estará supervisado a través de las cámaras personales que portan los agentes, garantizando así un mayor control sobre su empleo.

Para asegurar un manejo adecuado de estos dispositivos, se llevará a cabo una formación especial entre septiembre y octubre, donde seis formadores, provenientes de los instructores de tiro de la Escuela de Seguridad y Emergencias de Navarra (ESEN), recibirán capacitación específica.

Después de esta fase, en noviembre, estos formadores serán responsables de entrenar a cerca de 100 agentes de la Policía Foral, quienes serán los primeros usuarios de los Dispositivos Electrónicos de Control.

Se anticipa que a principios del próximo año, estos agentes estarán completamente equipados para utilizar la pistola táser. La reciente orden también incluye la adopción de rifles de calibre 17 HMR, destinados al control de fauna, ampliando así las herramientas a disposición de la Policía Foral en su labor diaria.