
PAMPLONA, 14 de octubre.
El Gobierno de Navarra ha dado un paso decisivo al presentar una serie de medidas enfocadas en la disminución de la siniestralidad en las carreteras de la región. Con el lamentable dato de que 27 personas han perdido la vida en accidentes viales en lo que va del año, se establece la necesidad urgente de actuar. Este incremento de 12 fallecidos en comparación con el mismo periodo del año anterior ha llevado al Ejecutivo a trazar un plan de acción enfocado en salvaguardar la seguridad en las vías navarras.
Según ha comunicado el Departamento de Interior, Función Pública y Justicia en conjunto con Cohesión Territorial, las acciones incluyen un análisis exhaustivo sobre la movilidad, instalación de más cámaras y radares, y un refuerzo de los controles viales. El director general de Interior, Salvador Díez, afirmó que la seguridad en las carreteras es una prioridad y que el enfoque se centrará en las áreas más críticas, donde la siniestralidad ha sido más elevada.
La presentación de estas iniciativas se llevó a cabo durante la Comisión de Coordinación de Seguridad Vial, a la que asistieron diversas personalidades del ámbito de la salud, el tráfico y la seguridad. Díez enfatizó la importancia de la colaboración social para lograr una reducción significativa de los accidentes, subrayando que la educación y responsabilidad en la conducción son esenciales en este esfuerzo común.
Hasta la fecha, se han reportado a nivel nacional 597 accidentes con víctimas en este año, lo que incluye 99 heridos graves y 628 con lesiones leves. Un análisis del Servicio de Tráfico destaca que en un 90% de estos incidentes, el factor humano juega un papel fundamental, evidenciando problemas como distracciones al volante y conducción bajo efectos de alcohol o drogas.
Por otro lado, la Dirección General de Obras Públicas e Infraestructuras está llevando a cabo un estudio en la Comarca de Pamplona para encontrar soluciones adecuadas en zonas críticas. Entre ellas, se encuentra la glorieta de Ansoáin y la Ronda Oeste (A-15), donde se está considerando reducir la velocidad máxima a 100 km/h en tramos donde actualmente es superior. Paralelamente, se están adicionando más cámaras en estas áreas para vigilar el tráfico.
En un esfuerzo similar, se han implementado nuevas señalizaciones en la N-113 para mejorar la visibilidad en áreas con poca luz, específicamente entre Cintruénigo y el límite con La Rioja, donde se ha agregado una línea continua y señalización luminosa. Asimismo, se está trabajando en un estudio de seguridad vial en el doble cruce de Los Abetos para mejorar la señalización tanto horizontal como vertical en esta zona de riesgo.
En relación a los encuentros con fauna en las carreteras, se han introducido nuevas señales que advierten sobre la presencia de animales en libertad, especialmente en la NA-134 entre los kilómetros 10 y 14, donde anteriormente no existía señalización específica.
Desde el inicio del año, se han erigido 1.877 nuevas señales de tráfico y se han pintado 2.170 kilómetros de marcas en la vía. A esto se suman 19.250 metros de barreras de seguridad, incluyendo tanto nuevas instalaciones como reposiciones.
Con respecto a la modernización de la infraestructura de vigilancia, 66 cámaras analógicas han sido sustituidas por digitales en los túneles de Belate y Larrakaitz, y se han añadido 16 nuevas cámaras en la Ronda de Pamplona para aumentar la monitorización del tráfico.
La Policía Foral también se ha comprometido a realizar controles más eficientes, que se alternarán entre aquellos visibles y los que permanecerán ocultos. El objetivo es fomentar una mayor conciencia sobre la seguridad vial, educando no solo a los conductores detenidos, sino también a aquellos que transitan sin haber notado la presencia de radares.
En cuanto a los controles de alcohol y drogas, se llevarán a cabo pruebas exhaustivas a conductores que superen los límites de velocidad, mientras que los camiones serán monitoreados con más rigor, especialmente en tramos históricos de alta siniestralidad.
Además, se están investigando ubicaciones estratégicas para la instalación de nuevos radares de tramo y cámaras de reconocimiento de matrículas, especialmente en aquellos tramos donde se ha concentrado un alto número de accidentes.
Con todo, Navarra se encuentra en una fase de rediseño de su enfoque hacia la movilidad y la seguridad en las carreteras, que incluye un programa de formación dirigido a motoristas y una serie de iniciativas colaborativas con empresas de transporte escolar. Estas acciones buscan garantizar una experiencia de transporte más segura y asegurar que todos los usuarios de la vía, incluidos los menores, estén protegidos.
En las próximas semanas, se presentará un borrador del futuro Pacto Navarro para una movilidad segura, que será discutido en la Federación Navarra de Municipios y Concejos. Se espera que esta nueva estrategia, junto con una campaña reciente para sensibilizar sobre la seguridad con fauna cinegética, marque un nuevo rumbo hacia carreteras más seguras para todos.
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