
En el corazón de Pamplona, el 18 de junio, se intensifica la presión sobre la presidenta del Gobierno foral, María Chivite. Cristina Ibarrola, líder de UPN, ha manifestado su indignación al afirmar que si se confirma que el Gobierno otorgó las obras de duplicación de los túneles de Belate a la empresa de Santos Cerdán, Chivite debería presentar su renuncia sin dilaciones.
Este pronunciamiento se produjo tras el anuncio de la UCO de la Guardia Civil, que reveló la existencia de documentos en el domicilio de Joseba Antxon Alonso Egurrola, propietario de Servinabar. Dichos documentos indican que Santos Cerdán, ex secretario de Organización del PSOE, poseía el 45% de Servinabar, implicada en una supuesta red de corrupción relacionada con la adjudicación de obras públicas, incluyendo las de Belate.
Ibarrola no escatimó en críticas, destacando que cada día es más evidente que la presidenta Chivite está rodeada por las consecuencias del “caso Cerdán”. Según ella, es un escándalo entero que una de las mayores adjudicaciones de obra pública en Navarra en la última década, valorada en 76 millones de euros, se haya asignado a una UTE donde Cerdán tiene una participación significativa. “Esta obra está plagada de irregularidades y es totalmente inaceptable”, subrayó.
La presidenta de UPN utilizó su intervención para señalar la cercanía entre Cerdán y Chivite, remarcando que el ex dirigente ha sido un pilar fundamental en la carrera política de Chivite. “Es él quien ha dirigido, quien ha influido en Navarra, y ha estado detrás de su ascenso a la presidencia del Gobierno durante los últimos años”, argumentó.
Ibarrola expresó su asombro ante la falta de una respuesta decidida por parte de Chivite frente a las acusaciones. "Es incomprensible que no haya desmentido de forma contundente los hechos conocidos", mencionó. “Es inaceptable que, si no se desmienten estas acusaciones, la única opción que queda es su dimisión”, denunció.
Además, Ibarrola criticó la rapidez con la que se adjudicaron los contratos poco antes de que finalizara el anterior gobierno, señalando que esta decisión es aún más preocupante sabiendo que un familiar directo de Chivite, Óscar Chivite, estaba al frente del departamento encargado de llevar a cabo dicha adjudicación.
En su discurso, Ibarrola sugirió que el entramado detrás de esta adjudicación está comenzando a salir a la luz. “La imagen que están proyectando Chivite y Cerdán de Navarra es desastrosa”, lamentó, evidenciando su preocupación por la percepción pública de la región.
La presidenta de UPN también criticó los intentos del Gobierno de obstaculizar la creación de una comisión de investigación en el Parlamento, especialmente tras los recientes descubrimientos. “Es casi comprensible que intenten frenar cualquier investigación, al conocer la magnitud de lo que estamos descubriendo”, subrayó.
Ibarrola concluyó su declaración con un fuerte mensaje de confianza en que la justicia y la Guardia Civil desvelen la realidad de este asunto, reiterando su postura de que Chivite debería dimitir si se confirma la adjudicación de las obras a Cerdán. “Si la presidenta ha entregado las obras de Belate a su amigo Cerdán, no hay excusas: debe dimitir”, expresó tajante.
Cuando se le preguntó si estaba lista para una posible convocatoria electoral, Ibarrola dijo que se tienen que observar los acontecimientos de hoy. Afirmó que la responsabilidad política por la posible corrupción en la adjudicación de estas obras es un asunto que causa indignación entre los ciudadanos navarros. “UPN siempre se prepara para elecciones, pero ahora estamos enfocados en los recientes acontecimientos. Las irregularidades que hemos conocido están empezando a ganar visibilidad”, concluyó.
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