María Chivite, presidenta del Gobierno de Navarra, y otros destacados miembros del PSN, se preparan para comparecer en el Senado, una medida impulsada por UPN en medio de una creciente controversia sobre presuntas irregularidades en la adjudicación de obras públicas. Este proceso incluye a personalidades como Uxue Barkos, ex presidenta del Ejecutivo foral, y varios funcionarios y trabajadores vinculados a la empresa Servinabar 2000, SL.

La acción ha sido anunciada por Cristina Ibarrola, presidenta de UPN, quien lamentó que la comisión de investigación del Parlamento de Navarra no haya podido llevar a cabo su labor debido a un acuerdo entre el PSN, EH Bildu y Geroa Bai, lo que ha llevado a su partido a buscar respuestas en el ámbito senatorial.

Ibarrola ha subrayado la urgencia de que estos comparecientes aclaren su papel en lo que ella describe como una “trama de mordidas”, sugiriendo que Santos Cerdán está en el centro de una serie de operaciones sospechosas. Este marco de acusaciones pone en la mira a la gestión de las adjudicaciones realizadas durante los gobiernos anteriores.

La dirigente de UPN ha expresado su descontento ante lo que considera una falta de transparencia por parte de EH Bildu y Geroa Bai, quienes, en su opinión, priorizan intereses políticos sobre la necesidad de que los ciudadanos navarros comprendan la magnitud de las supuestas irregularidades. Ibarrola los acusa de obstaculizar el descubrimiento de la verdad en un proceso en el que, según ella, están involucrados directamente los gobiernos de Barkos y Chivite, dejando a UPN fuera del marco de acusaciones.

La crítica se intensifica al señalar que el objetivo de estos partidos, según Ibarrola, es proteger al gobierno de Chivite en lugar de esclarecer los hechos. En su opinión, Geroa Bai tiene un interés en mantener esta protección debido a su integración en el gobierno, mientras que EH Bildu busca beneficios políticos, evidenciando una falta de arrepentimiento y una ausencia de voluntad para abordar su pasado dudosamente legal.

Finalmente, Ibarrola sostiene que los intentos del PSN por encubrir la situación, junto con el apoyo de sus aliados, son tan notorios que podrían haber dejado huella en la opinión pública, sugiriendo que los ciudadanos están tomando nota de esta conducta en el contexto de la política navarra.