
En un contexto de marcado progreso y estabilidad, el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra, José Luis Arasti, ha expresado su satisfacción este jueves tras la reciente aprobación de los Presupuestos para 2025. Este es un hito que no solo corresponde a los segundos presupuestos de la legislatura actual, sino que también se suma a los esfuerzos de la presidenta María Chivite, reflejando una década de continuidad presupuestaria en Navarra.
Durante sus declaraciones a los medios, Arasti enfatizó la importancia de este logro, indicando que estamos ante un hecho sin precedentes en la historia democrática, ya que Navarra ha conseguido presentar presupuestos de manera ininterrumpida durante diez años. Esta continuidad se traduce, en su opinión, en una clara señal de la estabilidad política y económica que caracteriza a la Comunidad Foral en la actualidad.
Arasti también se mostró optimista al señalar que el apoyo de un amplio espectro político ha sido fundamental para la aprobación de estos presupuestos. Con el respaldo del 60% de los parlamentarios, que representan una porción significativa de la población navarra, el Gobierno tiene como objetivo continuar avanzando en diversas políticas que abarcan áreas esenciales como la educación, sanidad, y servicios sociales, reflejando un compromiso sólido con el bienestar de la ciudadanía.
Los nuevos presupuestos superan los 6.400 millones de euros, de los cuales 5.987 millones son de carácter no financiero, lo que significa que están disponibles para ser gestionados directamente por los diferentes departamentos. Arasti subrayó que más del 55% de este total se destinará a políticas sociales, educación, sanidad, cultura y vivienda, lo que reafirma la prioridad que este Gobierno otorga a las necesidades sociales de su región.
En el marco de la discusión sobre la Ley de Medidas Tributarias, el consejero también se tomó un momento para desmentir ciertas afirmaciones que han circulado entre algunos partidos políticos. Estas declaraciones sugieren que la fiscalidad en Navarra está impulsando a numerosas empresas a cambiar su domicilio fiscal, algo que Arasti se apresuró a corregir.
Según el responsable de Economía, es fundamental entender que la fiscalidad no es el único factor que determina la ubicación de las empresas. Aunque reconoció que algunas compañías están considerando trasladar su sede fiscal, aclaró que esta decisión no es consecuencia de la política fiscal actual, sino de acuerdos previos alcanzados en 2015, cuando UPN estaba al frente del Gobierno regional bajo el liderazgo de Yolanda Barcina.
Estos acuerdos, formalizados en un contexto de colaboración con el Gobierno central bajo Mariano Rajoy, establecieron una modificación en el Convenio Económico. Esta enmienda obligó a las empresas que tributaban en un grupo fiscal a adherirse a una normativa única, lo que, a partir del 1 de enero de 2015, dio lugar a una moratoria de diez años, que ahora llega a su fin el 31 de diciembre de 2024. Así, algunos de esos traslados fiscales que se están reportando actualmente son consecuencia de esta antigua regulación.
El consejero finalizó asegurando que estos movimientos no alteran la tributación efectiva de las empresas en Navarra, sosteniendo que lo que estamos viendo hoy es un fenómeno derivado de una decisión tomada mucho antes y no un efecto directo de la política tributaria del momento, siempre ligada a un acuerdo que fue concebido por un Gobierno distinto al que actúa hoy en día.
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