
En San Sebastián, el 20 de marzo, se han encendido las alarmas tras el anuncio de un evento programado por Ernai, un colectivo juvenil vinculado a la izquierda abertzale, que pretende conmemorar el "Día Internacional del Preso Político" el 17 de abril en la Escuela de Música Francisco Casanova de Berriozar, Navarra. Esta actividad ha sido objetada por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), que sostiene que su propósito es glorificar a los prisioneros de ETA y confundirlos con la categoría de presos políticos.
Covite ha emitido un comunicado contundente en el que califica este acto como un "ataque directo" a la dignidad y la memoria de quienes han sufrido debido al terrorismo. Este evento, además, se llevará a cabo en un espacio público que honra la memoria de Francisco Casanova, un víctima de ETA asesinado en su propia localidad en el año 2000, lo que agrava aún más la tensión según el colectivo.
El colectivo de víctimas ha instado a las autoridades de Navarra, incluidos el Gobierno regional y el Ayuntamiento de Berriozar, así como al Defensor del Pueblo navarro, a ejercer su influencia para evitar que el acto se lleve a cabo. En palabras de su presidenta, Consuelo Ordóñez, no se puede permitir que espacios públicos se conviertan en plataformas para glorificar a quienes han cometido crímenes atroces.
Covite también ha criticado la narrativa utilizada por Ernai en las redes sociales, donde se presenta a los prisioneros vascos como luchadores por la libertad. La organización ha refutado esta idea, afirmando que los miembros de ETA no son considerados presos políticos, sino que son criminales encarcelados por sus acciones violentas que han despojado de libertad a innumerables personas.
Esta discrepancia entre la perspectiva de Ernai y la de Covite resalta la distancia que aún existe en la condena del terrorismo por parte de la izquierda abertzale, según el colectivo de víctimas. Ordóñez ha señalado que la insistencia en llamar "presos políticos" a quienes han perpetrado actos terroristas es un intento de legitimar sus acciones y un insulto a la memoria de las víctimas.
Ante esta situación, Covite ha reiterado su demanda a las instituciones públicas para que defiendan el derecho a la dignidad de las víctimas y utilicen todos los recursos a su disposición para evitar la realización del evento en cuestión. Ordóñez ha concluido expresando que celebrar un acto en homenaje a los asesinos de ETA en un lugar que conmemora a sus víctimas es una ofensa intolerable.
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