Sindicatos alertan sobre la inseguridad en aulas de 2 años y exigen a Educación una mejor planificación.

La preocupación por el futuro de la educación infantil en Navarra se hizo evidente el pasado viernes, cuando representantes de la intersindical del ciclo educativo de 0 a 3 años, que incluyen a LAB, ELA, Steilas, AFAPNA, UGT y CCOO, se reunieron frente al Parlamento de Navarra. Su objetivo: manifestar su oposición a la implementación de aulas de 2 años en las escuelas públicas de educación infantil y primaria, un modelo que, según ellos, pone en riesgo la seguridad y el bienestar de los más pequeños.
La movilización se produjo paralelamente a la comparecencia del consejero de Educación, Carlos Gimeno, quien abordó esta polémica durante su intervención en el Parlamento foral. Los asistentes al acto expresaron su descontento con carteles que demandaban una gestión coordinada del ciclo educativo de 0 a 3 años, y no dudaron en entonar consignas como "Gimeno, escucha, el 0-3 en lucha".
Garbiñe Lamariano, representante de LAB, explicó a los medios que hay un amplio consenso entre familias, profesionales y sindicatos que se opone a introducir aulas de dos años dentro de colegios. Argumentó que la estructura pedagógica de las escuelas infantiles, donde los niños pueden desenvolverse de manera autónoma y segura, es fundamental para su desarrollo. En este contexto, destacó que en un entorno de primaria, donde los ritmos y dinámicas son diferentes, los menores pueden no recibir la atención y el cuidado que requieren.
Lamariano advirtió sobre las dificultades logísticas que pueden surgir en un colegio de primaria, como la sustitución de educadoras ausentes por profesores con asignaciones que no corresponden. "Es ilógico que un profesor de quinto deba interrumpir su jornada para atender a niños pequeños", afirmó, subrayando que las escuelas infantiles son el lugar idóneo para que los niños se sientan seguros y puedan crecer en un entorno adecuado.
Además, la intersindical hizo un llamado a establecer un foro de diálogo con el Departamento de Educación. Según Lamariano, actualmente las decisiones se toman sin la participación de quienes viven la realidad de las escuelas infantiles. "Es crucial que los sindicatos estén representados en esas conversaciones para abordar verdaderamente los problemas que enfrentamos", insistió.
En cuanto a la falta de respuesta del gobierno a sus peticiones, Lamariano reveló que han enviado numerosas consultas por registro y que aún no han recibido contestación. Aunque reconoció la necesidad de ampliar las plazas educativas, se opuso a hacerlo de una manera improvisada. "Un plan bien estructurado es fundamental y debe surgir de una reflexión cuidadosa", añadió.
Criticando la falta de coherencia en el manejo de las necesidades alimenticias de los más pequeños, Lamariano comentó que no tiene sentido que la directora de un colegio se dedique a gestionar la alimentación de niños que están haciendo la transición del biberón a la comida sólida. "No es razonable", sentenció, reafirmando su postura de que el ciclo educativo de 0 a 3 años debe mantenerse cohesionado y adecuadamente gestionado.
Sobre el estado actual de la planificación educativa en Navarra, la representante de LAB expresó que sigue esperando respuestas claras sobre la futura expansión de plazas. Recordó que en un acuerdo de 2003 se había prometido una hoja de ruta, pero dicha planificación sigue sin materializarse. "Es imperativo que se realice un análisis cuidadoso sobre dónde se requieren nuevas plazas y que esto se discuta con expertos", concluyó.
Finalmente, Lamariano señaló que la incertidumbre está generando inquietud entre las familias involucradas, quienes aún carecen de información concreta sobre el futuro de estas aulas. "Hemos estado en contacto con directores y educadores, y hay un palpable descontento ante las muchas limitaciones que enfrentan", concluyó, haciendo un llamado a la acción para una verdadera mejora en el sistema educativo infantil.
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